martes, 6 de octubre de 2009

Menuda organización



















Hasta ahora os hemos contado lo más visible de la Villa 21, en la que hemos estado estos días con las hermanas, es decir la violencia y droga, pero detrás de todo esto se va haciendo hueco un gran trabajo, liderado por cuatro sacerdotes, P. Pepe, P. Facundo, P. Juan y P. Charlie. Al P. Pepe le han amenazado recientemente porque ha participado en la elaboración de un documento contra el narcotráfico.
En la Villa 21, que abarca 45 hectáreas y viven 65.000 personas, los padres han ido creando “a pulmón”, como dicen ellos, un montón de proyectos. Y no solo los han levantado, sino que, los están manteniendo. Ya cuentan con 9 centros de apoyo escolar, como en el que hemos estado nosotros trabajando, 5 escuelas de adultos, una escuela infantil, 11 capillas, grupo de abuelos, grupo de hombres, grupo de mujeres y grupo de jóvenes, organización de las 8 fiestas populares, que se celebran cada año, 2 escuelas de fútbol, una escuela de beisbol, un grupo de exploradores que organizan actividades en fin de semana y campamentos, una casa social con psicólogo, fisioterapeuta, abogados y trabajadores sociales, un grupo de cáritas, 7 comedores, 4 centros de acogida, como el de adolescentes en el que dormimos nosotros (sí adolescentes, aunque ya pasamos de largo esa edad nosotros), y 6 centros de día.
Increíble, ¿verdad?.

Uno de los mayores proyectos es la escuela de oficios, en el que hay taller de carpintería, herrería, cerámica, panadería, electrónica, esculturas en piedra, pintura, etc.
Estamos pensando darles una parte de las donaciones que alguno de vosotros nos habéis dado para comprar una máquina para esta escuela de oficios.
A este centro acuden adultos de la villa, algunos de ellos para rehabilitarse de la droga. Lo que intentan es capacitar a los alumnos para que puedan encontrar trabajo realizando el oficio que aprenden en la escuela.
Fijaros, con solo 400 euros que vamos a darles, pueden comprar una máquina para enseñar el oficio de carpintería. Por ahora vamos a ayudarles con eso y el resto lo vamos a dejar para cuando vayamos a Formosa, donde nos han dicho las hermanas que hay mucha más necesidad.
Os mandamos un cuadro con todas las actividades así como fotos de la escuela de oficios.

2 comentarios:

  1. Muy buenas Victoria y Fernando

    Soy una profesora del Colegio de las MCI, una de las blanquitas de Camerún de este verano. Hemos tenido la gran suerte de recibir la visita de la hermana Elisa, la que está en Formosa. Hemos hablado de vosotros y de todos los planes que tienen para cuando lleguéis... ya están deseando y preparándolo todo.
    Desde luego que sois unos afortunados por la experiencia que estáis viviendo. Dios os ha bendecido con un regalo de un valor incalculable que os va a unir más aún para el resto de vuestra vida y que os marcará un desvió obligado.
    Seguid disfrutando cada momento, que ya tendréis tiempo de digerirlo tranquilamente...
    Un beso fuerte.
    Ah de paso dadle un beso a Delia de mi parte.
    ROSARIO

    ResponderEliminar
  2. Hola Victoria:
    Hoy hace una noche de esas en las que hay que cerrar ventanas y observar el poco claro que nos regala la luna desde el otro lado del cristal, tal marco, invita a la reflexión de eso que el ojo mira a través de aquellos que se desplazan a lugares donde hay poca luz, y la tiniebla abraza a unos cuantos. Viendo imágenes y comentarios de esos momentos que habeis vivido, me hace trasladarme en pensamiento a esas tierras y pulular en silencio sin ser vista pero observando como divaga por la vida cada ser de los que os vais encontrando por vuestra andadura,y gritando en silencio pero alzando la voz al mismo tiempo, me gustaría decirles que son afortunados de tenerte (y digo "tenerte", porque no tengo la suerte de conocer a Fernando en persona)a su lado, porque seguro, segurísimo, cada día les regalas una dulce sonrisa y una caricia de esas que sabes hacer con la mirada, no hace falta ser un lumbreras para saber de tu calidad humana, no tengo la menor duda de que esta experiencia te hará crecer más aún como persona y enriquecer cuando cuentes lo vivido a la gente que te mire el gesto con el que lo transmites. No me considero una persona envidiosa, pero he de decirte que en este caso sí me atrevo a serlo, aunque sé de mis limitaciones y una de ellas es que no tendría la fortaleza que tienes tú, para tragar saliva y hacer el teatro que corresponde al género de la comedia enmascarando a una tragedia.
    Poneos calzado cómodo y seguid el camino.
    Vaya desde aquí (mi humilde morada), un fuerte abrazo para los dos.
    Yolanda (aquella que ocupó una silla en un aula del imepe recibiendo clases de recepcionista de empresa)

    ResponderEliminar