Si bien las noches eran difíciles por las peleas de los gatos en nuestro techo, Rita nos ha dado de comer como si estuviéramos en casa, o mejor, que ya sabéis que ninguno de los dos somos grandes cocineros. Los niños se quedaron un poquito tristes, como nosotros, pero justo el lunes vinieron 3 voluntarios argentinos nuevos que se han comprometido a ir un par de veces a la semana hasta final de curso (diciembre).
Al Padre Pepe le dimos la donación que os comentamos, y nos explicó en ese mismo momento para qué la iba a utilizar. Dice que ha sido providencial pues se habían quedado sin presupuesto para terminar la escuela de secundaria que pretenden abrir para el curso que viene (enero). Os mandamos tres fotos de cómo van las obras.
El día 29 de septiembre hizo 8 años de casados, y el Padre Pepe celebró una misa en nuestro honor. No sabeis qué alegría (y qué vergüenza también).
Dejadme que os diga algo que he sentido: Recuerdo cuando llegamos, que yo estaba muy cansada, tuvimos que esperar al padre Pepe en el comedor, que está al lado de su despacho. Me dio tanto rechazo que ni siquiera fui capaz de sentarme en uno de los bancos. Lo vi sucio, vacío, pobre, ... Ahora cuando lo miro, lo veo lleno de vida, lleno de esperanza, es el comedor en el que hemos dado a diario de desayunar y comer a los chicos y chicas del apoyo escolar. Realmente hasta que no convives con el pobre, no eres capaz de sentarte donde él o comer lo que tú misma le das a comer. Ahora sí. Estoy orgullosa de ese cambio que no sé si he sabido explicar.
Dejadme que os diga algo que he sentido: Recuerdo cuando llegamos, que yo estaba muy cansada, tuvimos que esperar al padre Pepe en el comedor, que está al lado de su despacho. Me dio tanto rechazo que ni siquiera fui capaz de sentarme en uno de los bancos. Lo vi sucio, vacío, pobre, ... Ahora cuando lo miro, lo veo lleno de vida, lleno de esperanza, es el comedor en el que hemos dado a diario de desayunar y comer a los chicos y chicas del apoyo escolar. Realmente hasta que no convives con el pobre, no eres capaz de sentarte donde él o comer lo que tú misma le das a comer. Ahora sí. Estoy orgullosa de ese cambio que no sé si he sabido explicar.
¡¡Que bonito lo que has sentido!! Aqui nos hace mucha falta aprender a aceptar a los pobres, a comprender su situacion...a acercarnos a elloa y no conformarnos con darles una limosna y ya está....
ResponderEliminarYo también estoy orgullosa de vosotros!!!